martes, 17 de marzo de 2009

Incidente en una Bodega


"Embajadores que han perdido su cargo caminan por la calle con un aire de picapedreros, ministros destituidos parecen la foto amarillenta de su antigua efigie. Hay hombres así, que, abandonando el puesto, recaen en la insignificancia. Ello se debe a que no tenían otra manera de ser que su función"

Escribió Ribeyo en Prosas Apátridas.

Hace poco compré algo en la misma tienda cercana a mi trabajo, a media tarde y con un sol super fuerte, un señor que acababa de comprar se quedó observando mi turno a la hora de mi compra.

Le dije a la señora, me da una gaseosa no retornable.

El caballero viejo , me dijo, ¿no retornable?

Le dije rápidamente, claro no retornable, osea que la botella no se debe de volver a usar. Así evito devolverle a la señora una botella, por ejemplo la de vidrio.

El señor estaba sorprendido, se quedó pensando en el aire. Su vestido era el de un funcionario,y posiblemente uno del Ministerio de Relaciones Exteriores, chapado a la antigua y con cabello blanco.

Me quedó mirando como si habría quebrado algún viejo concepto de su cabeza, habría alguna vez utilizado el envase no retornable?, mi argumento lo tomó de forma muy seria, de repente si su pregunta hubiera sido parte de una entrevista de trabajo, me hubiera jalado por osado o revolucionario.

El tipo pasó de pensador a analizador, observaba ahora mi rostro, como quien intentaba calcular mi edad.

Fue así que le dije. Así es señor, existe una diferencia entre envases retornables y no retornables, siempre ha sido así, en mi casa siempre compran gaseosa, claro que cuando la compro para mí y no para compartir en mi oficina, las prefiero de vidrio como la que usted está tomando.

El vidrio conserva mejor el sabor.

El señor: Exacto!

Mientras me iba de la tienda, (sonriendo por la rareza de diálogo, que más parecía un comercial de inca kola), la señora bodeguera que siempre me había tratado de "joven" y que había sido expectadora de lujo en todo nuestra conversa, me gritó desde su tribuna:

-"Doctor, doctor, recuerde que me debe una botella de vidrio!"-

El señor se convenció que no era un falso , quedaba claro que yo las prefería de vidrio; la señora, creo que me llamó "doctor", por cómo había mostrado más rapidez que el citado personaje, que a todas luces era un profesional de años.

Al día siguiente la señora de la tienda me volvió a llamar "joven", yo normal y más tranquilo, me había dado cuenta que la señora había sacado a lustres la muletilla - que todos usan- "doctor"- no por una afinidad a mi carrera, sino para que le agrade más. Quería ser amigable, seguro le gustó cómo manejé la situación. Seguro no.

"Doctor" te dicen casi todos, por respeto, o porque irradias muestras de profesionalismo, pero a veces esa palabreja puede ser tan simple, se ha vulgarizado mucho y a a veces uno no sabe si lo están elogiando o le están tomando el pelo cuando te llaman "doctor".

No pienso decir exactamente lo que implica el grado de "Doctor", eso que lo expliquen los que sí son doctores. Joder!




1 comentario:

eliú dijo...

Mi querido Dr. (si es que me permite llamarlo así, pues no sé cómo tome usted el adjetivo que da mención a su profesión, si no tambien a su demostrada capacidad, cada vez que yo se lo digo), en mi experiencia y resumida opnión tendría que decir que yo las prefiero rubias y siempre para llevar, ya sabe que soy un nómade. El envase no implica para mi mayor problema, el contenido lo define, según yo, el contexto. Una rubia helada en bolsa en medio del desierto, digame si no es una gran forma de especular que tu mente y contexto le da sabor a las cosas... Igual que un chifa de S/. 3.00 a las 5.am despues de la juerga, de seguro a esa hora y en esa situación dirías que ni Gastón lo habría preparado mejor...

Sé que no es necesaria la aclaración, pero mi mención sobre la preferencia hacia "las rubias y para llevar", está claro que me refiero a la cerveza, no?


Un abrazo Doctor! (si es que me lo permite)



Isra