lunes, 22 de junio de 2009

Dos monólogos no constituyen un diálogo.

A todos nos quedó claro que el diálogo es el mejor camino al entendimiento. Hoy converso con taxistas, amigos y desconocidos y me dicen: el gobierno falló con la "consulta" ¿Cómo es posible que quieran administrar una casa sin consultarle al dueño? , sí pues respondo, unos burros.

Mi profesor de Psicología del cole Q.E.P.D, me decía: "Un persona debe medirse: si tu enamorada te invita a su casa, no vas a ser tan animal de poner los pies en la mesa de centro, no seas tan bestia de quedarte todo el día tampoco, tomar lonche en la casa de la enamorada significa que eres un conchudo"

Que no me metan floros sobre los recursos minerales, que no nos digan que son de todos los peruanos y se justifica meter la mano palomilla y grosera. Acá metieron bala, taba y se trató a los nativos como si fueran una enorme masa de ignorantes.

Se desafió a la opinión pública, la publicidad estatal nos quiso dar de comer el cuento de la culpa ajena al gobierno. Pero la cucharada no sacó arroz, sino una gran manifestación de personas que nadie pensó saldrían a las calles a soportar gas pimienta de los mismos tombos a los que aplaudimos, a cargar con aplausos confundidos con arengas a los nativos, fue pacífico tranquilo como nuestro océano y sin puertas como decía Ribeyro.

Ahí estuvieron los universitarios y los fonavistas y Magaly Solier y los movimientos de izquierda y las madres dirigentes, todos mezclados como la mazamorra. Una bien espesa y sabrosa, por su frescura y por ser el postre, el último plato del lunch, el de la protesta, el favorito del pueblo, el que se forma por todas las esquinas y nos refresca el vivo recuerdo del derecho a la reunión y la expresión de la nación. Sí, de la nación.


1 comentario:

eliú dijo...

tanta información como la de Q'orianka Kilcher al defender algo que de seguro muchos peruanos desentendemos.

al pan tostada y al vino chela! digo yo!