
Me lo contó un amigo, Martín S.
Un buen día y seguro aprovechando algún buen evento con una noble finalidad. Mi amigo tuvo la suerte de compartir la mesa con un destacado profesor de la Facultad de Derecho PUCP. Conversaron de diferentes temas; de la vida, de la realidad, de la situación, etc etc. Mi amigo como todo un buen aún estudiante de derecho y el profesor como todo buen profesor, derivaron la conversa hacia algo inevitable, el lado jurídico. Bla bla bla ble ble ble, comenzaron a tocar el tema del “Acto Jurídico” ( el cual es un acuerdo de voluntades entre dos personas y con relevancia jurídica y más bla bla bla) , no sé por qué motivo hablaban del acto jurídico por aquí, del acto jurídico por allá, etc etc. De repente, el profesor sintió una presencia extraña, se había percatado que su conversación estaba siendo espiada al mínimo detalle, por nada menos, que un menor de edad que también compartía la mesa. El muchacho lucía muy atento y entusiasmado. Posiblemente un futuro abogado…
El profesor, luego de pedir permiso a los padres del niño, le lanzó una pregunta desafiante y curiosa:
-Niño: entiendes lo que estamos hablando?-
El niño dijo: -Sí-
Marcial Rubio dijo: - Así?. Entonces sabes lo que es el “ACTO”
El niño said: Claro que sí sé
MR: Haber… entonces qué es el “ACTO”
Niño: El “ACTO” mmm ¡es en donde guardo mis juguetes!
MR: Quééé? y cómo es eso de “en donde guardo mis juguetes”.
Niño: Sí, es que cuando mi mamá se amarga siempre me grita “guarda tus juguetes en el ACTO” Y mis juguetes siempre los guardo en mi baúl.
Todos: OH! , algunos “ja ja ja” y pero casi todos: “oh!”
El profesor, luego de pedir permiso a los padres del niño, le lanzó una pregunta desafiante y curiosa:
-Niño: entiendes lo que estamos hablando?-
El niño dijo: -Sí-
Marcial Rubio dijo: - Así?. Entonces sabes lo que es el “ACTO”
El niño said: Claro que sí sé
MR: Haber… entonces qué es el “ACTO”
Niño: El “ACTO” mmm ¡es en donde guardo mis juguetes!
MR: Quééé? y cómo es eso de “en donde guardo mis juguetes”.
Niño: Sí, es que cuando mi mamá se amarga siempre me grita “guarda tus juguetes en el ACTO” Y mis juguetes siempre los guardo en mi baúl.
Todos: OH! , algunos “ja ja ja” y pero casi todos: “oh!”
Interesante.
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Cabe precisar que he incorporado nuevos eventos para la anécdota que me contó el buen Martín Soto, un buen día, sin lluvia, al costado del buen Edward Dyer.
Y si no te gusta - te podés matar- .